Saturday, April 05, 2008

CAMINANTE NO HAY CAMINO...


"El ser humano ha aprendido a dominar la Naturaleza mucho antes de haber aprendido a dominarse a sí mismo." (Albert Schweitzer).


Hoy tarde de paseo...
el Sol nos regala una buena temperatura...
La tarde parece que se estancó o quizás
se quedó parada observando
el verde del campo sembrado
y el azul del un cielo limpio de nubes.
Hay una leve brisa
y tranquilidad
y silencio...
Vamos caminando,
hablando de nuestras cosas...
Me paro , saco la camara y disparo una foto...
Alguien me pregunta" ¿ A qué haces fotos?" y
justo cuando respondo " Al paisaje" ,
caigo en la cuenta de lo afortunada que soy ...
puede que dentro de algún tiempo
no tenga paisajes que fotografiar...

pd: Polinyà 05/04/2008. De camí a Palau.

5 comments:

Иú®iĂ said...

cierto, afortunada ...
puede que dentro de algún tiempo
no tengamos paisajes que fotografiar por eso voy siempre con la camara en el bolso, veo que tu tmabién...que suerte tenemos...

Javi said...

Pues la verdad es que si eres afortunada..
en mi pueblo hace muchísimos años que ya no quedan paisajes de esos, los han cambiado por enormes bloques de pisos o trozos de hierro oxidado a lo que denominan esculturas...
muchos besos
-javi-

Anonymous said...

Me has recordado a los paseos en bici por el pueblo en el que veraneo y cómo los echo de menos... los caminos, el sol, los girasoles... es indescriptible lo bien que se siente una con el viento de cara! :)

Eva Galve said...

Que catastrófico el final!
Esperemos que no sea asi nunca! cuanto perderíamos.
Ayer también me puse a hacer fotos, resulta extraño ir paseando sola y sacar la cámara para hacer fotos a un charco, la gente se queda sorprendida. Disfrutemos mientras podamos.

Anonymous said...

Que razón tienes, y que buena idea me has dado de sacar a pasear más a la cámara...

En Cerdanyola también van a destrozar un paisaje natural, como es "La Plana del Castell", en teoría en un par de años ahí irán pisos, cemento, hormigón, y esos desastres del primer mundo.

Aunque siempre nos quedará la esperanza de que cuando explote definitivamente la burbuja inmobiliaria estas potentes constructoras se vayan al traste y, con ellas, sus ganas de destrozar la naturaleza a cambio de embolsarse enormes cantidades de dinero.

Miguel Molina