ESTIU...

Se acerca el verano portando consigo los atardeceres que la rutina nos impide compartir a diario. Días de Sol, de paredes ardiendo, de salitre, de dormitorios en penumbra, de césped con olor a cloro, de libros, de cenas con familia y amigos...Tranquilos paseos haciendo planes mientras anochece y tímidamente asoman las primeras estrellas.

Las horas , los minutos y segundos marcan un ritmo diferente, obtienen un nuevo significado y podemos permitirnos momentos para disfrutar del olor a jazmín de un patio cercano; para dormir con las vetanas abiertas dejando entrar la melodia de los grillos y el frescor del alba.

Es sencillo acostumbrarse a no tener horarios que me obliguen a despedirme de ti nada más despertarme , para que al volver del trabajo tenga aún que esperar a que llegues con la noche...