" No es que los alexitímicos no sientan, sino que son incapaces de saber y especialmente incapaces de poner en palabras lo que sienten. Se trata de personas que carecen de la habilidad fundamental de la inteligencia emocional, la conciencia de uno mismo, el conocimiento de lo que están sintiendo en el mismo momento en que las emociones bullen en su interior."
( pg. 101. " Inteligencia Emocional" , DANIEL GOLEMAN).
El mundo en el que vivimos bien podría ser diagnosticado como alexitímico. Un mundo que parece estar compuesto de miles de planetas diferentes. Las diferencias y las divergencias entre unos continentes, ciudades , países... y otros son más que notables y poc@s son l@s que se involucran, l@s que participan en la búsqueda de una justicia y una armonía que, están por desgracia, más cerca de la utopía que de la realidad. Y es que HOY hay desamasiados " Porqués" sin respuesta...
En la sociedad en la que vivo, la llamada " sociedad del bienestar" hay alexitimic@s diagnosticad@s y muchos más que, aún no siéndolo, se comportan como tal. Porque ahora es más importante una cuenta corriente desbordante a poder decir con firmeza " Soy feliz"...
Porque abunda el lema "consigo lo que deseo a como dé lugar pisando y pasando por encima de quién o de lo que haga falta"...Porque entre tanto avance tecnológico se perdió el significado de humanidad...Y se tiran chuchillos contra lo emocional, lo sentimental porque lo que no está ligado a lo racional, lo funcional, lo práctico...no es rentable.
Me niego a ser una autómata y a hacer únicamente " lo que toca" porque " todo el mundo lo hace asi". Yo seguiré soñando ; seguiré creyendo pase lo que pase que " otro mundo es posible" y no escatimaré palabras, gestos ni caricias...me importa muy poco no ser " rentable"...
1 comment:
¡Hola Marta! He tardado pero aquí estoy. Y me ha gustado esta entrada. No te comento desd ehace un montón pero es que ahora no tenía tiempo ni de actualizar el mío. Ahora voy a ver si puedo, aunque he perdido el hilo de lo que pretendía expresar (en el mío).
Las utopías son imposibles, y el mundo es una bola de nieve que nunca va a disolverse ni a erosionarse.
El diámetro del planeta crecerá debido a las construcciones, que serán cada vez más monstruosas. Cada diez metros hacia lo alto estarán valorados en cientos de millones de pesetas, y en esos cientos de millones hay cabida para sobornar a millones de personas. Cada ser vivo que se aloje en esos diez metros entre suelo y techo (que serán el techo de otra planta y el suelo de otra distinta respectivamente), dará lugar a decenas de personas que no miran por el futuro, y dos o tres personas que creen en la utopía. Pero tanto los que creen en la utopía como los que desconocen el significado de la palabra, producirán, gastarán y serán nocivos para el mundo. No sé si es alexítmico o egoista, pero como ya hemos hablado alguna vez, me apasiona el mundo de los alexítmicos particulares, individuales, a nivel de una sola persona.
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